Qué hacer en Oxapampa + Mis consejos
Temprano por la mañana, tras una larga noche en el autobús desde Lima, por fin veo el paisaje a través de la bruma de la ventanilla: grandes montañas verdes cubiertas de niebla, barrancos y curvas interminables… y luego, aquí y allá, casas de arquitectura Tirolesa.
Mi somnoliento cerebro aún no puede entender esta inverosímil mezcla entre los mototaxis que parecen tan típicamente peruanos y estas bonitas casas de madera que me recuerdan un viaje a Austria, realizado hace muchos años.
Llegamos a la terminal, salimos por fin del autobús. Está lloviendo.
«Ya pasará, siempre es así por la mañana», nos tranquiliza el taxista mientras toma nuestras maletas.
Tengo los ojos grandes y una sonrisa infantil mientras contemplo asombrada las altas montañas verdes bajo la lluvia tropical.
Viniendo de Lima, que es tan seca, siento como si mi piel y mi mente sedientas absorbieran esta atmósfera pura, como el alivio de beber un vaso de agua tras despertarse de madrugada con la boca abierta.
Oxapampa es una región conocida por su riqueza cultural y natural, entre paisajes impresionantes, productos lácteos y café, así como por su sorprendente mezcla de colonos austro-alemanes y comunidades nativas yanesha y ashaninka.
Sommaire
¿Qué hacer en Oxapampa?
Tuve la oportunidad de hacer dos excursiones (Chontabamba y Catarata del Río Tigre) con Curly, un guía simpático, igual que su región: rubio, de origen alemán e inglés, dice «¡Soy importado, pero 100% peruano!
1. Visita de Chontabamba
Tras una parada en la Plaza de Armas de Oxapampa, llena de flores y vegetación y con una iglesia de madera de arquitectura típica tirolesa, construida por un tal Otto Müller Plofm, nos dirigimos por los caminos a Chontabamba.
Comenzamos nuestra visita con una fábrica de queso.
Tras una breve presentación de la región y los productos, nos ofrecen miel, yogur, varios quesos y mermelada de guayaba.
En Perú, los quesos «fuertes» son raros, por no decir inexistentes, pero hay buenos productos y la región de Oxapampa es conocida por sus productos lácteos.
Entre la selección de quesos, me traje un Belpaese, bastante suave pero sabroso.
A un lado de la carretera, una vaca joven pasta en la hierba sin preocuparse del mundo que la rodea; la vida parece apacible aquí.
Me sorprende especialmente la luz, que es particularmente suave.
En este preciso momento, creo que puedo decir sinceramente que éste es el paisaje más hermoso que he podido ver en Perú. ¡Y pensar que sólo llevo unas horas en la región!
La furgoneta se detiene y me saca de mis pensamientos.
Caminamos unos metros y subimos unas escaleras de piedra. En la cima, volvemos a bajar a lo que desde fuera parece un agujero.
Se trata de la «Tunqui Cueva«, un lugar húmedo con paredes cubiertas de maleza y estalactitas que esconden unos cuantos murciélagos durmiendo la siesta.
No es muy grande, pero entre la poca luz natural que penetra en ella y su atmósfera tropical, se vuelve una visita en Oxapampa que es obligatoria.
A continuación, seguimos hasta una piscifactoría para que nos muestren la cría de truchas.
- No dudes en pedir una degustación de los productos que ofrecen en el quiosco de la entrada, hay un delicioso manjar (dulce de leche) con café. ¡Uno grande cuesta sólo 10 soles!
Luego viene uno de los momentos más esperados: el descubrimiento del warapo. También llamado guarapo o huarapo, es el alcohol típico de la región.
El jugo de la caña de azúcar se extrae con una rueda hidráulica y luego se procesa en un alambique artesanal. El resultado es bastante suave y dulce, con un poco de chispa, y es muy parecido a la chicha de jora.
Se bebe a sorbos con el delicioso y envolvente olor a leña quemada.
Entonces Curly decide ir al grano y nos ofrece un aguardiente de caña de azúcar, llamado cañazo o «agua loca «, con un 20% de alcohol, que recuerda mucho al ron blanco, tanto en sabor como en olor.
Con la garganta aún caliente, retomamos el camino. Nos detenemos unos minutos en el puente colgante de Chontabamba. Este puente no tiene nada de increíble, pero es la vida que hay a su alrededor lo que nos hace sonreír: las familias hacen picnic, asan la carne, ríen y los niños agitan los pies en el agua al ritmo de la música.
El olor de la carne al carbón nos abre el apetito, afortunadamente nos dirigimos a Italo, un restaurante típico de barbacoa. Para nosotros, será un plato de cecina, chorizo y plátano frito… ¡más que suficiente para 2 personas!
2. Catarata del Río Tigre
Con el estómago lleno, pasamos a la siguiente visita. Nadie habla en la furgoneta, las cabezas se mecen sin fuerzas al ritmo de las curvas de la carretera.
Cuando cruzamos un arroyo, abro un ojo. Luego vuelvo a cerrarlo. Al cabo de un rato, la furgoneta se detiene, las cabezas se enderezan y se produce un concierto de bostezos.
Me bajo y respiro profundamente aire fresco.
Iniciamos el ascenso a la cascada del Río Tigre. La pendiente es suave, pero bastante larga.
Algunos todavía medio dormidos van detrás. Camino delante del pequeño grupo, demasiado emocionada por el hermoso paisaje verde, señalando a cada minuto un rasgo nuevo que me asombra: «¡Mira, que bonito!»
Señalando las altas montañas que nos rodean, Curly dice: «A nuestro alrededor hay campos de granadilla, kaiwa y rocoto«.
Un poco más adelante, nos desviamos del camino y llegamos ante un magnífico puente, perfectamente integrado en el universo de exuberante vegetación que lo rodea.
Tengo la repentina impresión de estar en un set de película estilo «El libro de la selva», en una expedición para encontrar una ciudad de oro oculta tras las enredaderas.
Al ver mi expresión de felicidad, Curly me dice: «Hay 3000 tipos de orquídeas en la zona. Un científico llegó a encontrar 9.000 plantas en un solo árbol, la biodiversidad aquí es realmente impresionante».
Con cuidado de no resbalar por el camino mojado, descendemos hasta el fondo de la cascada. Entonces empieza a llover. Una lluvia que hace que el paisaje sea aún más magnífico, un poco como en la selva de Tambopata (accesible desde Cuzco).
Algunos deciden quitarse la ropa para disfrutar del agua pura, yo sólo bebo un gran sorbo.
Por desgracia, al cabo de un rato, tenemos que irnos.
Esta vez, soy yo la que va detrás del grupo. No dejo de detenerme para contemplar el paisaje a lo lejos. Es increíble ver montañas verdes y brumosas tan parecidas a las de los Alpes.
Puedo entender fácilmente por qué los colonos del siglo XIX se sintieron tan a gusto que quisieron hacer una nueva vida aquí.
Un poco (demasiado) sumida en mis pensamientos, como de costumbre, pierdo rápidamente al grupo.
Corro para encontrarlos más abajo, junto a la furgoneta. De regreso a Oxapampa, hacemos una última parada en un lugar de adoración.
Aquí, los lugareños vienen a saludar a la Virgen. Escriben sus oraciones y agradecimientos en un gran libro junto a ella.
Mientras nos marchamos, decido hacerle a Curly la delicada pregunta que ha estado rondando en mi cabeza desde que llegamos: «¿Se llevan bien los distintos grupos étnicos?
Me responde: «Aquí hay descendientes de colonos austro-alemanes, comunidades nativas de la selva e incluso hay andinos. Nunca ha habido problemas porque los colonos vinieron aquí a trabajar y a ganarse la vida en paz»
¡Luego añade con una gran sonrisa: «De hecho, lo que molestaba a los nativos era que a los colonos les gustaba demasiado divertirse con las calatas! (refiriéndose a los nativos que iban ligeros de ropa en comparación con los hábitos europeos)»
Me echo a reír mientras vuelvo a subir a la furgoneta.
3. Paseando por Oxapampa
Para pasear tranquilamente, pide a un mototaxi que te lleve a la entrada de San Alberto del Parque Yanachaga.
Desde la carretera principal, es un caminito encantador que comienza con pequeñas casas de campo, y sus multitudes de gallinas y gallos pavoneándose por el camino, todo ello entre un paisaje de colinas.
Donde acaban las casas, el camino continúa en suave y constante ascenso a lo largo de un río.
No dudes en mirar de vez en cuando si hay un acceso que baje hasta el río, ya que hay algunos hermosos puntos de descanso en las rocas donde puedes contemplar la relajante corriente del agua.
Puedes decidir caminar durante 1, 2, 3 horas, hasta que te canses y vuelvas a la carretera principal.
Es un paseo muy agradable, solitario (nos habremos encontrado con 3 lugareños en 3 horas), que permite apreciar la naturaleza circundante.
4. Pozuzo
Pozuzo es un pueblo fundado por colonos alemanes y austriacos en 1859, con casas de madera con tejados puntiagudos y especialidades culinarias como las salchichas, el queso y la cerveza casera.
También es un paraíso natural, rodeado de bosques, ríos, cascadas y montañas, donde puedes disfrutar de diversas actividades como senderismo, rafting, observación de aves y kayak.
Aquí tienes las mejores cosas que ver y hacer en Pozuzo:
- Visita el Museo Schafferer, que recorre la historia y la cultura de la colonia germano-austriaca.
- Da un paseo en barco por el río Huancabamba, que se convierte en el río Pozuzo tras pasar por el pueblo.
- Visita el pueblo de Prusia, famoso por su iglesia de madera, construida por los colonos en 1875.
- Descubre la cascada de El Delfín, la cascada de Yulitunqui y «Agua y Sal», un río de aguas turquesas.
Cómo llegar a Pozuzo desde Oxapampa:
- Pozuzo está a 2 horas en coche de Oxapampa. También puedes tomar un transporte (2,5 horas) desde la Plaza de Armas de Oxapampa.
5. Descubre la cultura yanesha
Si quieres descubrir la cultura y las tradiciones de los yanesha, los primeros habitantes del territorio de Oxapampa, puedes visitar la comunidad de Tsachopen, que se encuentra a sólo 6 km de la ciudad.
La visita te permitirá descubrir sus tradiciones, música, creencias y artesanías.P odrás participar en diferentes actividades como descubrir huertos, aprender técnicas de pesca, degustar platos tradicionales y ver el proceso de elaboración de la cerámica.
Es posible hacer una visita de un día, pero si prefieres una inmersión más completa, también tienen programas de 2 ó 3 días que te permiten dormir en la pobración.
Cómo llegar a Tsachopen desde Oxapampa:
- Si no tienes auto, puedes encontrar fácilmente un mototaxi que te lleve (10-15 min)
6. Villa Rica, la tierra del café
¡Villa Rica es un pueblo conocido por su café!
De hecho, el café de Villa Rica (Arábica) es una denominación de origen protegida, famosa por su producción de calidad que respeta la biodiversidad y las tradiciones locales.
Es un pueblo encantador, con casas de colores, calles empedradas y una iglesia centenaria. Aquí podrás disfrutar de la gastronomía regional, basada en productos frescos y naturales, como el queso, la miel, la fruta o el chocolate.
Entre las mejores cosas que ver y hacer en Villa Rica, te sugiero:
- Visita las plantaciones de café, donde podrás conocer el proceso de producción, desde la recolección hasta el tueste, y probar las distintas variedades de café. Por ejemplo Aneczu, Finca La Torre, Finca Anita, Finca San José o Finca Santa Rosa.
- Visita el Mercado de artesanías, donde podrás comprar recuerdos originales y de calidad, como bolsos, joyas, ropa u objetos de madera.
- Visita la Laguna El Oconal, hogar de una gran variedad de flora y fauna (¡Incluidas 50 especies de aves!) – a 20 minutos caminando del centro.
- Asiste a la Feria Cafetalera, que se celebra todos los años en agosto y celebra la cultura y tradición del café con desfiles, conciertos y degustaciones.
Cómo llegar a Villa Rica desde Oxapampa:
- En coche, se tarda aproximadamente 1h20.
- También hay colectivos que viajan desde Oxapampa (salidas frecuentes, todo el día).
- Las excursiones salen de Oxapampa e incluyen una visita a una finca cafetera y un paseo en barco por la laguna de El Oconal.
7. Parque Nacional Yanachaga-Chemillén
El Parque Yanachaga-Chemillén es una enorme zona protegida de unas 122.000 hectáreas que contiene una de las biodiversidades más ricas del mundo, debido a su paisaje accidentado y a su diversidad climática.
Tiene una flora muy rica, con muchas especies en peligro de extinción, incluidas orquídeas centenarias. También hay 427 especies de aves, 16 de reptiles, 59 de mamíferos y 31 de peces.
El parque ofrece muchas oportunidades para hacer senderismo y observar la naturaleza, con caminos señalizados, refugios y miradores. Hay cascadas, lagunas y muchas orquídeas.🌺
También puedes aprovechar tu visita al parque para conocer la cultura y las tradiciones de las comunidades nativas Yánesha o Amuesha, que han vivido en la zona durante siglos.
¿Dónde dormir en Oxapampa?
Aquí tienes mis recomendaciones de hoteles en Oxapampa, para todos los presupuestos:
- Altares de Oxapampa: Amplias cabañas con chimenea situadas en plena naturaleza, desde 97€ por noche, desayuno incluido. Con piscina, muy buen restaurante, hermosa vista de los alrededores. Puntos fuertes: el entorno natural y tranquilo, el jardín, el mirador y el abundante desayuno. ¡Es mi hotel favorito de Oxapampa para una estancia romántica!
- La Cabaña de Mari: Ideal si viajas con un grupo pequeño. Son las típicas cabañas de madera con balcón que pueden alojar hasta 6 u 8 personas. A partir de 120€ por noche, desayuno incluido. Puntos fuertes: las vistas a las montañas, el desayuno casero, el ambiente familiar.
¿Dónde comer en Oxapampa?
Las especialidades de la región de Oxapampa que debes probar son: cecina, chorizo, plátano frito, queso, jugos de frutas exóticas como el » Quito-Quito«, miel, café y alcohol de caña.
–Las parrilladas de Italo: Se ven por todas partes. Creo que incluso vi un cartel que decía que «patrocinaba» la Catarata del Río Tigre (no es broma). Es una visita obligada en la zona, pero la cecina me pareció un poco decepcionante. En cambio, el chorizo es excelente, ¡pedimos más! Unos 35 soles por un plato generoso, sólo abierto durante el día.
–Ceja de Selva: en la Plaza, una pequeña cafetería sin pretensiones donde puedes comer empanadas (5 soles), pasteles y bocadillos, sin olvidar unas cuantas cervezas (algunas importadas, pero también hay Sierra Andina, que es un buen ejemplo de elaboración artesanal peruana). En la esquina de la Plaza de Armas, en el lado de la iglesia.
–Pizzería la Nonna: Se va allí por la buena pasta y la pizza. El restaurante sólo abre por la noche y es uno de los más agradables de Oxapampa. En la esquina de la Plaza de Armas, al lado de la iglesia, abierto sólo por la noche.
–Rinconcito Oxapampino: Cocina típica local. Si son varios (¡Incluso para 2, la porción es tan grande que es difícil acabársela!), te recomiendo el plato «el mixto» por 50 soles: 2 tipos de queso, yucas fritas (mandioca frita), chicharrón de pollo, chorizo, cecina, plátanos fritos, tamales o humitas, todo ello servido con una ensalada fresca con aguacate. A la vuelta de la esquina de la Plaza de Armas.
¿Cuándo ir a Oxapampa?
En general, hace calor durante el día y frío por la noche. Los días se debaten entre el hermoso sol y la lluvia (que nunca dura mucho).
La mejor época para ir a Oxapampa es fuera de la estación de lluvias, que va de diciembre a marzo.
¿Qué llevar a Oxapampa?
Recuerda llevar varias capas de ropa (¡Cómo una cebolla!)🧅debido a las diferencias de temperatura.
Un impermeable, botas de montaña y un buen repelente de mosquitos serán muy útiles, si no imprescindibles. ¡Los mosquitos son especialmente fieros por aquí!
¿Cómo llegar a Oxapampa?
- En autobús nocturno: el trayecto dura entre 9.50 y 12.30 horas, dependiendo de la compañía.
Los asientos son cómodos, pero si eliges un autobús barato como yo (compañía Oxabuss, ¡gran error!) espera varias paradas en el camino para dejar subir a otros pasajeros, con las luces encendidas. 🥴
Esta fue mi peor experiencia en autobús, sin contar las curvas. Lleva un antifaz para dormir y tapones para los oídos…
Lo mejor es tomar un autobús directo, con Transporte La Merced, por ejemplo.
- En avión + autobús: ¡Es la forma más rápida de llegar y sin duda la más cómoda!
Primero tienes que tomar un autobús de Lima a Jauja (1h) con Latam o Sky Airlines, y luego un autobús a Oxapampa (3h).
Si quieres encontrar un boleto de avión barato a Perú, te recomiendo que utilices nuestro comparador, en colaboración con Skyscanner: ¡Es la garantía de obtener el mejor precio para tu vuelo internacional y los vuelos nacionales!
- En auto: se tarda unas 12 horas (mínimo)
Sal temprano, muy temprano, de Lima para evitar el tráfico en la medida de lo posible. La carretera es larga porque, además de curvas, puede haber derrumbes (¡De ahí la importancia de evitar la época de lluvias!) o incluso cortes de carretera. No es tan frecuente, pero puede ocurrir.
Así que mantén la calma, bebe agua y lleva medicación para el dolor de cabeza por si acaso. La buena noticia es que cuando vuelvas a bajar, todo irá bien. 😉
Si quieres alquilar un coche para visitar Oxapampa, el mejor consejo que te puedo dar es pasar por Booking.com Cars por tres excelentes razones:
- Te va a permitir de comparar fácilmente los precios de las diferentes agencias: ¡un medio rápido y sencillo para encontrar el mejor precio!
- La anulación a menudo es gratuita: de esa manera tienes derecho a cambiar de idea al último minuto
- Ofrece un seguro completo que es menos caro que en las otras compañías: es entonces una economía instantánea
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